A sus 75 años, el IPC continúa escribiendo su historia

Érase un una vez, un grupo de profesores, que desembarcaron en el puerto de La Guaira / Venezuela, un 30 de mayo de 1936, provenientes del Instituto Pedagógico de la Universidad de Santiago de Chile. Su misión era la de traer a este país los conocimientos necesarios para crear una Institución pionera que velara por la formación de docentes con conocimientos adaptados a las necesidades de los avances tecnológicos y movimientos filosóficos de la época. A esta migración el Prof. José Hernán Albornoz, la denominó “La Primera Misión Pedagógica Chilena”, en su libro El Pedagógico Eventos y Protagonistas.

Posteriormente, cuenta la historia que el 30 de septiembre de 1936, es el presidente de los Estados Unidos de Venezuela, Eleazar López Contreras, quien emite el decreto de creación de la Escuela Normal Superior que se denominará “Instituto Pedagógico Nacional”. 

Poco tiempo después, el 9 de noviembre de este mismo año se iniciaron las clases de esta prestigiosa academia en la residencia del General González Pacheco, situada entre las esquinas capitalinas de Cipreses a Velásquez Nº2. Sin embargo, esta sede sería provisional para comenzar a darle forma a la estructura concebida, por la Misión Pedagógica Chilena, que sentó las bases en nuestro país inspirados por el insigne humanista venezolano,  Don Andrés Bello.

Luego se comenzaría a escribir un nuevo capítulo, el 2 de febrero de 1939, al realizar el traslado de “Instituto Pedagógico Nacional” al recinto que ocupa actualmente el Instituto Pedagógico de Caracas, con una infraestructura moderna que había sido edificada por el reconocido arquitecto Cipriano Díaz. Luego, de estas mejoras el 23 de junio de 1943, se llevó a cabo la primera Promoción Formal.

El tiempo pasó y el Pedagógico se fue consolidando como una reconocida institución de educación superior, sin duda que el contexto político, social del país y del mundo en los años cuarenta fue fundamental para este desarrollo. La caída del régimen del General Juan Vicente Gómez, y las migraciones de intelectuales provenientes de la “Guerra Civil Española” y de los países latinoamericanos, con gobiernos autoritarios, contribuyeron para conformar una plantilla de profesores, reconocidos como intelectuales de fama mundial.

Las décadas posteriores estuvieron enmarcadas por grandes acontecimientos, en los 60 se celebraron las Bodas de Plata (vigésimo quinto aniversario) en un clima de transformación y Reforma del sistema educativo del Instituto Pedagógico.

En los 70, en medio de manifestaciones, se creó la Universidad Pedagógica, para darle categoría de Universidad al Instituto, enfatizando la labor de educación superior. Sin embargo, la idea de integrar todos los Pedagógicos en la UPEL, se materializó, el 27 de agosto de 1988, con la firma del “Acta de Consolidación de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador”, conformada por los Institutos Pedagógicos de: Caracas (1936), Barquisimeto (1959), Maturín y Maracay (1971), Miranda (1976) y el Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio.

Hoy, al celebrar el septuagésimo quinto Aniversario, retomamos las palabras que pronunciará el ilustre Prof. Gómez Grillo, en el discurso de celebración del quincuagésimo Aniversario de este Instituto al referirse a él como “Padre Pedagógico”, “nos hiciste hombres de bien y nos distes una profesión digna”, tal y como lo haría un padre. 

Este Instituto dio los primeros pasos en la elaboración de leyes y decretos educativos en Venezuela, fundación de colegios y federaciones de Profesores, alcanzando logros invaluables para la praxis de la profesión docente, y ha sido Casa de Estudio de insignes representantes académicos, orgullo de nuestra nación. Por ello, y mucho más, esta historia no termina aquí, hoy más que nunca el Instituto Pedagógico de Caracas, continúan reinventándose para ofrecer lo mejor de sí, ahora en miras de una Transformación Curricular que desea promover los más altos niveles de democracia y libertad en nuestro país, reivindicando tal y como al principio, que la lucha es constante para estar a la altura de la realidad nos rodea.