lunes, 21 de julio de 2014

Situación del Consumo de Drogas en Nuestras Universidades



El Prof. Hernán Matute Brouzés, Fundador y Coordinador General de  la Cátedra Libre Antidrogas (CLIAD), del Instituto Pedagógico de Caracas, adscrito a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), presentó una Ponencia que llevó por nombre: “El consumo, venta y distribución de las drogas con toga y birrete en nuestras universidades”, a través de la cual presenta una visualización, parcial, pero preocupante de cómo anda y de cómo se maneja, aborda y afronta el tema de las drogas en nuestras universidades.

A tal efecto, Matute Brouzés, centró en 12 aspectos, que se enumeran a continuación, de lo que él considera, que debe ser incorporado a los resultados que entes oficiales han venido dando producto de encuestas realizadas en el Sector Universitario, señalando su preocupación, en cuando en el propio título de su ponencia, nos dice y precisa, que las drogas tienen “toga y birrete”, es decir,  que “ya las drogas se están graduando en las Universidades”.

1.-En las 31 Universidades (Públicas y Privadas), entendiendo en este rubro cualesquiera de sus modalidades o tipos (Universidades, Institutos Universitarios, Colegios Universitarios, Politécnicos, Tecnológicos, etc.) ubicadas en la Gran Caracas, y chequeadas por nosotros, en TODAS, SIN EXCEPCIÓN, encontramos un consumo expansivo (lo venimos monitoreando desde el 2003) de drogas y, cadenas de comercialización que operan el mini-tráfico o la distribución interna, con conexiones externas bien definidas, y en 18 de ellas, operan más de dos (2) de distinta afiliación (organización). En todas hay vendedores internos, casi desapareciendo los vendedores extraños (externos) a las instituciones, modalidad tradicional hace unos 20 años atrás, pero que ahora tiene poco peso y significación. En conclusión, los vendedores ahora, son los mismos estudiantes regulares universitarios, lo cual, hace más "cercana y expedita" la oferta, siendo a su vez, los grandes propiciadores de la demanda, por ser impulsores, facilitadores y propagandísticos internos" de la droga.

2.-Por estar conectados con Centros o Estructuras Mayores Externas de Comercialización del producto, se puede ofrecer de manera rápida, organizada, segura, con certeza de entrega y de disposición y, con una alta variedad de productos en la oferta.

3.-Cada Universidad tiene sus "Zonas de tolerancia para el consumo" y, sus "zonas de descargue, venta” e inclusive de "caleta", donde se guarda o se resguarda según el caso...y, lo que es peor, todas las autoridades la conocen, al igual que la propia comunidad universitaria, y NO SE HACE NADA O MUY POCO, y cuando se hace, es de manera epiléptica, circunstancial, por reacción y, de carácter no permanente, con la cual, la recurrencia o la mudanza, es el pan de cada día.

4.-El Crimen Organizado y las Cadenas de Comercialización de la Drogas (las que están organizadas e institucionalizadas), le pusieron la mano a las Universidades. Ya NO OPERAN VENDEDORES AISLADOS, NI PARTICULARES, AUTÓNONOS O INDEPENDIENTES. Eso desapareció hace aproximadamente hace 10 años. Si aparece alguno ocasionalmente, la propia mafia organizada se encarga de "desplazarlo", de la manera que ellos crean pertinente… y, según el caso.

5.-La masificación y concentración desmedida de alumnos en los Centros Universitarios y, su pésima seguridad interna (anclada en el pasado y sin apresto en la modalidad), así como el desdén de sus autoridades y, de la propia comunidad universitaria, viene propiciando lo que se llama los "Nichos de Impunidad", edulcorados con permisividad, tolerancia extrema, que raya en la complacencia y sinvergüenzura, generándose una "cohabitación", habituación y una naturalización del hecho, que ya desarrolló una "Desesperanza aprendida con raíces profundas, complejas y diversas".

6.-NO EXISTE una estrategia seria, permanente, institucional y profesional, en el área de la prevención en las universidades. Lo que existe, incluida la nuestra, apunta más al aporte personal (individual) que al de la propia Universidad, lo cual, no deja de ser preocupante, por lo vulnerable y etéreo de su puesta en escena de cara al futuro.

7.-El mercado interno de las drogas y el aumento del consumo puertas adentro de las universidad, tiene una tendencia hacia la consolidación, sin ninguna o con poca contención preventiva, lo cual acelera su desarrollo.

8.-En todas las Universidades (31) detectamos consumo por parte de Profesores, Empleados Administrativos, Obreros y Estudiantes. EN TODAS. El sector de Profesores fue el de menor registro, pero siempre encontramos involucrados.

9.-El consumo de alcohol tiene en el ámbito universitario unos niveles por,  encima de los estándares internacionales, con el agravante, de tener también, la peor percepción de riesgo de América Latina sobre los daños directos e indirectos que causa el alcohol. Las Universidades y su perímetro geográfico (alrededores) se han transformado en unos vulgares “botiquines a cielo abierto”, y la incorporación personal o grupal de bebidas alcohólicas en bolsos, maletas de los carros (cavas y demás componentes) lo registramos en las 31 universidades.

10.-El consumo de bebidas "energéticas o energizantes" en épocas de exámenes o finales de semestre y / o de año, también es preocupante, pero más lo es, su "asimilación al consumo cotidiano" (todavía en segmentos pequeños, pero expansivo), como si fuera un refresco, jugo, batido, etc.

11.-Las universidades carecen de estructuras internas, ACADÉMICAMENTE FORMALIZADAS, para dar respuestas a la problemática, y curricularmente, no existen materias, cursos, actividades de extensión, asignaturas electivas-optativas o Servicios Sociales Comunitarios en los cuales de manera permanente, con seguimiento, evaluación registro de data, etc., se contribuya a la prevención con seriedad. Sólo en el Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), adscrito a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) hay desde el año 2003 un accionar bien estructurado, pero que depende más del quehacer personal de un Profesor, que de una responsabilidad y compromiso institucional.

12.-Los Servicios de Bienestar Estudiantil, no están preparados para dar respuestas primarias (básicas) a los problemas de consumo y, menos de sobredosis… Hemos evaluados algunos de ellos y, en todos se desconoce o se viola los protocolos internacionales de abordaje, o su intervención adolece de la calidad y profundidad que los casos ameritan. Por otro lado, en la mayoría, ni siquiera psicólogos existen y los médicos internistas o generales no tienen el apresto elemental en la materia, y lo que es peor no saben la localización (dirección, teléfonos, nombres del personal de especialistas) a los cuales deben remitirse. Ni hoja de ruta, ni jerarquización, ni modalidades de referencia son manejadas por los entes primarios de las universidades. Ante una emergencia el caos reina.

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